De esta obra de Munari, me resulto interesante el rescate que hace a la importancia de los sentidos, y su participación en la interacción con un objeto.
El autor remarca la pérdida del sentido del tacto de los mayores, contrario a los niños que mantienen una conexión multisensorial con los objetos que manipulan, e invita a “educarlo de nuevo” para que funcione como cuando éramos niños. Sostiene que los diseñadores suelen proyectar solo para el sentido de la vista, desinteresándose por el resto de los sentidos, y por ello invita a esta revaloración de los mismos.
Este libro resulta muy interesante y útil a la hora de encarar un proyecto. Sus diversos ejemplos dan nota de sus conceptos y modo de análisis de un problema.
Munari sostiene la necesidad de un método proyectual, pasa así conseguir un máximo resultado con un mínimo de esfuerzo. Plantea también, que en el campo del diseño no es correcto proyectar sin métodos, pensar de forma artística buscando una idea sin hacer previamente un estudio. Como parte de este proceso, recuerda la necesidad de simplificar, eliminando todo lo que no sirve para la realización de las funciones, intentando resolver varios problemas con una misma solución.
Me parece útil mencionar aquí, los diferentes ítems que el autor expone, para definir y resolver que es un problema, y los ordena del siguiente modo:
- Definición del problema
- Elementos del problema
- Recopilación de datos
- Análisis de datos
- Creatividad
- Materiales - tecnologías
- Experimentación
- Modelos
- Verificación
- Bocetos
Cada uno de estos conceptos se halla desarrollado en su libro, y muy bien ejemplificada su utilización en los diferentes ejemplos que allí se brindan.
En lo personal, me resulto muy interesante, talvez por pertenecer al diseño editorial y como ello nos compete en nuestra tesina, los ejemplos de libro ilegible y los prelibros.
De estos ejemplos, rescato la experimentación de los posibles modos de comunicar, y materializar un libro, optando por opciones diferentes, llegando a diversos resultados, los cuales muchos de ellos no pueden tener un sentido lógico de lectura, pero que de seguro con esta experimentación han hecho algún aporte al diseño de libros.
Con los prelibros, y para ir terminando, que de fascinada!, me encantó esta búsqueda por la motivación de los diferentes sentidos, y el trabajo con niños, el trabajo lúdico con libros experimentales.
Creo que con este ejemplo puntal se retoman las concepciones de revalidar la estimulación, no solo del sentido visual, sino también del resto de los sentidos, como el tacto, el olor, que los diseñadores deberíamos de reconsiderar a la hora de proyectar.
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